En Estados Unidos, la comida china está en todas partes. Es económica, rápida, y para muchas familias hispanas, una opción frecuente para comer fuera de casa. Pero lo que muchos no saben es que, detrás de cada plato servido, hay una oportunidad de trabajo. Y no solo un trabajo cualquiera, sino uno con posibilidades reales de aprendizaje, crecimiento y estabilidad.